El pulso, también conocido como frecuencia cardiaca, es una lectura de las pulsaciones por minuto que realiza el corazón. A veces se denomina "lpm". A medida que el corazón impulsa la sangre a través de las arterias, éstas se dilatan y contraen con el flujo sanguíneo.
¿Cómo se mide?
El pulso se mide con un pulsioxímetro colocado en el dedo del paciente. Asegúrese de que se ha lavado las manos. No lleve las uñas largas ni esmalte.
Colocar en el dedo índice o corazón, con la palma hacia arriba.
Postura correcta del pulso: El paciente se sienta tranquilamente sin hablar ni moverse, apoya brazo recto relajado, espalda y pies apoyados.
¿Qué es lo normal?
De 60 a 100 lpm (pulsaciones por minuto) se considera normal.
¿Y si el ritmo cardíaco es rápido?
Esto se denomina taquicardia. Puede ser asintomática, pero incluso cuando el paciente no presenta problemas de salud, una frecuencia cardíaca rápida requiere el seguimiento de un RN.
El paciente puede experimentar temblores, nerviosismo, desmayos, aturdimiento, dolor torácico, dificultad para respirar, etc. Todos ellos requieren el seguimiento inmediato de un enfermero.
¿Y si el ritmo cardíaco es lento?
Esto se denomina bradicardia. Puede ser asintomática, pero aunque el paciente no presente problemas de salud, una frecuencia cardiaca lenta requiere el seguimiento de un enfermero.
El paciente puede sufrir desmayos, aturdimiento, confusión, dolor torácico, mareos, dificultad para respirar, etc. Todos ellos requieren el seguimiento inmediato de un enfermero.